Presión radical a la Casa Rosada para cubrir vacante judicial clave en año electoral

En medio de un verano político dominado por las estrategias electorales que se tejen a diestra y siniestra, un inesperado mensaje de la UCR para impulsar la candidatura de una jueza electoral sumó un nuevo capítulo a la silenciosa disputa entre el radicalismo y el Gobierno.
En esta oportunidad, el botín de guerra es ni más ni menos que un sillón vacante en la Cámara Nacional Electoral (CNE), el máximo tribunal del país en el que se dirimen los conflictos vinculados con candidaturas, colectoras, financiamiento partidario y la propia vida interna de los partidos políticos.
El nuevo capítulo de la saga entre la UCR y la Casa Rosada se desató a raíz de una solicitada firmada por los senadores y diputados radicales exigiendo al Gobierno que incline la balanza hacia el lado de Alejandra Lázzaro y completar así el tribunal que hoy componen Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera.
“Consideramos ejemplificador para el nuevo modelo de construcción social equitativo y democrático respetar el orden de mérito establecido por el Consejo de la Magistratura atendiendo a las condiciones sobre la doctora Lázzaro”, lanzaron los legisladores nacionales radicales en un mensaje difundido en redes sociales.
Los radicales argumentaron su apoyo a Lázzaro en los pergaminos de la actual secretaria electoral de la CNE, quien además ocupa el primer lugar de la terna seleccionada por el Consejo y que fuera elevada hace unos meses a la Casada Rosada para que defina la vacante.
Sus otros dos competidores son el juez federal de Tucumán Daniel Bejas y Hernán Golçalves Figueiredo, secretario de Actuación Judicial de la Cámara Nacional Electoral. Por lo pronto, el ejecutivo debe elegir entre estos tres candidatos para ocupar el sillón que quedó disponible en 2016 con el fallecimiento del juez Rodolfo Munné.
En ese contexto, un sillón propio en un juzgado clave es un botín tentador para cualquier partido político en pleno año electoral. ¿La institucionalidad que ponderan los radicales podría verse mancillada con la solicitada? Lo cierto es que el respaldo público de la UCR podría ser una causal para una impugnación contra Lázzaro.
Antecedentes no faltan. En junio del año pasado el Ministerio de Justicia recibió una presentación de una abogada que objetó a la ahora candidata a convertirse en jueza de la CNE por sus vínculos con el radicalismo. Lázzaro es conocida dentro de la familia judicial por ser la exmujer de “Polo” Orlandi, hijo de Héctor Orlandi, excamarista electoral y reconocido militante radical.
Claro que la martingala para depositarla en el sillón electoral tiene otro nombre de peso vinculado con la UCR: Claudia Levin, secretaria en el Consejo de la Magistratura. Fuentes judiciales aseguran que Levin operó en favor de Lázzaro para reacomodarla en el ránking del organismo que la colocó en primer lugar de la terna a expensas de un histórico operador radical.
Por lo pronto, desde el Gobierno se muestran esquivos a dar una pista sobre la decisión final. El propio ministro del Interior salió a despejar sospechas. En diálogo con la prensa, Rogelio Frigerio señaló que aún “no está definido” quién ocupará la vacante en el máximo tribunal electoral del país por lo que dejó abierto el laudo de la Casa Rosada.